Por lo llamativo que es mi atuendo, casco con plumero y tocando el tambor, no hay persona que visite Baena, que no venga a verme y pedirme opinión de qué puede ver. Y a todos les digo lo mismo:
El Castillo de Baena, ya existente en el siglo IX bajo el nombre de Bayyana, es enriquecedor culturalmente.
También el Yacimiento Arqueológico de Torreparedones, situado entre los ríos Guadalquivir y Guadajoz, le transporta al pasado.
Y si no quiere salir de Baena, el Museo Arqueológico e Historia de la Tercia, que entre los años 1792 y 1795, fue un almacén de grano, a partir del 1960 se incorpora al patrimonio municipal.
Claro, que estando en Baena, el Museo del Olivar y el Aceite, que hasta el 1959 fue el molino de José Alcalá Santaella, siendo su maquinaria de mediados del siglo XIX, es de obligada visita.
En lo referente a fiestas:
La Semana Santa ha sido declarada de Interés Turístico Nacional, siendo su principal figura, el cofrade llamado Judío. Que lógicamente, forma parte de los conocidos con el nombre popular de coliblancos y colinegros.
Si le gusta escudriñar en el pasado, venga al Mercado Medieval, que durante un fin de semana en la Plaza Palacio y sus alrededores, retroceden en el tiempo para volver a la época medieval.
También tenemos nuestra Feria Real, que comienza el miércoles previo al primer fin de semana de octubre
Y finalmente, les digo que las Jornadas del olivar y el aceite, que se celebran en el mes de noviembre con diversas actividades, finaliza con la actuación de un cantante de renombre nacional.
CASTILLO DE BAENA
MUSEO ARQUEOLÓGICO E HISTORIA DE LA TERCIA
MUSEO DEL OLIVAR Y EL ACEITE