Yo como tal Grifo de la Elisea, no puedo hablar, pero quien se pregunta delante de mí, ¿qué puedo ver?, con el ruido de mi chorro de agua les aconsejo:
Que vean varios hornos de la época romana, que tienen cuatro metros de diámetro, por dos metros de altura, estando uno de ellos situado frente a la Peña Crispina, otro en la Nava junto al río Guadalquivir, y un tercero en El Higuerón
El Castillo Cabeza de Vaca, que es una importante fortaleza construida en la época de Al-Hákam II. Y otro castillo, el de Espiel o de la sierra del Castillo, que, aunque en ruinas, es interesante verlo.
Y también El Balneario y su templete de Fuente Agria, que fue construido entre los años 1871 y 1873.
Y ahora, las fiestas:
El día 19 de enero, víspera del patrón del pueblo, Día de los
Tomillos, después del almuerzo, numerosos grupos de
espeleños, salen al campo para recoger tomillo y hacer haces
con él. Luego por la noche hacen candelas urbanas y
perfuman el pueblo con el olor a tomillo.
En las Fiestas del 20 de enero, por San Sebastián, patrón de Espiel, sacan en procesión la imagen del santo.
El último fin de semana de abril, la Romería en honor de la Virgen de la Estrella, la patrona del pueblo. Comenzando las fiestas el sábado por la tarde con el tradicional “patatús”. Y el domingo salen las carrozas y caballistas hacia la ermita.
El primer jueves de agosto se celebra la Feria tradicional del pueblo.
Y el 13 de noviembre es el Día de las Gachas, donde grupos de amigos guisan gachas, que con las que sobraban en sus comidas, las empleaban tapando las cerraduras de algunas casas del pueblo.