Cuando se paran delante de mi, aunque no sea por Navidad, por eso de ser los Reyes Magos, nos preguntan ¿Qué podemos ver en este pueblo? Y nosotros como si fuese un regalo para dejarlo junto a sus botas, les decimos:
El Castillo del Madroñiz, que está enclavado entre El Viso, Balalcçazar y Santa Eufemia, sobre un cerro junto al río Zujar, y construido en los siglos XI o XII, cuyo origen fue como defensa.
El Refugio antiaéreo de la Guerra Civil, consta de cuatro accesos, con 78 metros de galerías que se cruzan en zigzag toda la Plaza de la Constitución.
La iglesia de la Encarnación data de finales del siglo XV, y aunque ha sufrido varias transformaciones desde el 1623, año en que se amplió, la actual mantiene las mismas dimensiones. Su torre consta de cuatro cuerpos, el primero como caja de escalera, el segundo el campanario, el tercero para el rejo, y el cuarto la campana del mismo.
En lo que respecta a fiestas:
La Romería de Pascua, se celebra el lunes de Pascua en el Parque Forestal, con atracciones y actuación de un grupo musical.
Durante los días del 24 al 29 de julio, se celebran las fiestas en honor de la patrona Santa Ana, que declarada Fiesta de Interés Turístico, el encierro de vaquillas es el espectáculo central. Pues como hay más de un encierro, el pueblo es un hervidero de emociones, tanto de nativos como de foráneos.
Y sin olvidar las verbenas, que se celebran durante los días 19 de marzo, 4 de septiembre y 15 de septiembre, cada una en el lugar de su ermita de honor.
CASTILLO DEL MADROÑIZ
REFUGIO ANTIAEREO
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